El engorde a corral
se realiza totalmente dentro de los mismos, o sea, el animal es traído hasta
los corrales y en ningún momento vuelve al campo. Prácticamente el resto de su
vida lo hace en el corral, ya que una vez terminados, estos van a los frigoríficos.
El proceso del trabajo de engorde a corral dura entre 100 a 120 días (novillos), partiendo desde la compra de los animales, sean de ferias, remates o en campos de cría.
Generalmente se recomienda optar por la adquisición de animales con aproximadamente 300 kilogramos de peso vivo. Posteriormente se procede al traslado de los animales al lugar de confinamiento, en donde al llegar reciben una desparasitación y una aplicación de vitaminas, pues una sanidad óptima significará siempre un mejor aprovechamiento del forraje.
Una vez en los corrales, los animales ya no salen a campo, permanecen allí hasta estar terminados para su venta a los frigoríficos o supermercados.
Dentro del corral, la alimentación es constante, con abundante sal mineral que ayuda a reponer el déficit de minerales de aquellos animales que vienen de campos pobres, haciendo que el proceso de asimilación sea más rápido y los resultados mejores.
Muchas veces los animales presentan un carácter bastante arisco o bravo, debido a su cambio de hábitat, sufriendo un estrés de aproximadamente 8 a 10 días; sin embargo, pasado ese tiempo, ellos se acostumbran e inclusive ya conocen los horarios de suministro de alimentos y pueden ser manejados más fácilmente.
El proceso del trabajo de engorde a corral dura entre 100 a 120 días (novillos), partiendo desde la compra de los animales, sean de ferias, remates o en campos de cría.
Generalmente se recomienda optar por la adquisición de animales con aproximadamente 300 kilogramos de peso vivo. Posteriormente se procede al traslado de los animales al lugar de confinamiento, en donde al llegar reciben una desparasitación y una aplicación de vitaminas, pues una sanidad óptima significará siempre un mejor aprovechamiento del forraje.
Una vez en los corrales, los animales ya no salen a campo, permanecen allí hasta estar terminados para su venta a los frigoríficos o supermercados.
Dentro del corral, la alimentación es constante, con abundante sal mineral que ayuda a reponer el déficit de minerales de aquellos animales que vienen de campos pobres, haciendo que el proceso de asimilación sea más rápido y los resultados mejores.
Muchas veces los animales presentan un carácter bastante arisco o bravo, debido a su cambio de hábitat, sufriendo un estrés de aproximadamente 8 a 10 días; sin embargo, pasado ese tiempo, ellos se acostumbran e inclusive ya conocen los horarios de suministro de alimentos y pueden ser manejados más fácilmente.


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